Debí imaginar que todo era mentira. Estaba teniendo demasiada suerte.
Era demasiado lindo para ser verdad.
¿Será momento de ir pensando en hacer las maletas y mandar todo a la puta mierda? Porque estando acá, va a ser imposible.
La Santa Muerte debe odiarme... porque se hace de rogar y no quiere venir a buscarme cuando desearía poder invocarla...
O tal vez soy yo, que no tengo los ovarios para agarrar un cuchillo y clavármelo en medio del cuello.
Las esperanzas están muertas... y yo me estoy muriendo con ellas en vida.
Esta misma historia continúa, sólo cambia el escenario en la escena del amor...
1 comentario:
Opinaría pero no entiendo nada, no sé qué pasa...!!
Salute!
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