lunes, 19 de julio de 2010

LA TENÉS BIEN ADENTRO!!!

Acabo de enterarme de que alguien que supuestamente me odia, me creó un blog... jajajajaja por Dios!!!

Sé que esa persona lee este blog, así que para VOS, ENVIDIOSO/A, va lo siguiente:

1. El día que vos te compres una vida, yo voy a madurar (aunque madurar no sé qué si yo ya maduré hace rato... no seré LA madura pero no hago las chiquilinadas que vos hacés...)

2. Ni Armando ni ninguno de mis amigos es imaginario, si vos no tenés amigos NO ES MI CULPA, si estás traumado andá a ver a un psicólogo, pero no te desquites conmigo!

3. ¿Qué esperabas que dijera el hdp del Peyrano, eh? ¡Si es un hijo de puta! Nunca en su vida va a reconocer una falta y de pedir perdón ni hablar! Si es un falso, cómo no va a desmentir lo que pasó... Pero quienes realmente lo conocen y saben cómo es él, saben y pueden dar fehaciente testimonio de que TODO ES VERDAD.

4. Yo de fea no tengo ni medio milímetro, en vez de gastar plata en internet deberías comprarte un par de anteojos... además aunque fuera fea, tengo algo que es más importante: SOY BUENA PERSONA. Con mis errores como todo el mundo, pero buena persona. Qué triste es ser alguien hueco y superficial que cree que uno vale por ser lindo físicamente...

5. Ese tiempo que invertís en mí deberías usarlo para aprender a escribir!!! suCesivamente, jacta (sin K), HaBerse... tu ortografía es para llorar! debería darte vergüenza ser tan burro/a!

Lo tuyo se llama ENVIDIA, acá, en la China y en la Luna. Te morís por ser un poquito como yo y como no podés, me atacás.

LA TENÉS BIEN ADENTRO, GIL!!!

sábado, 3 de julio de 2010

ARGENTINA ELIMINADA. LLAMADO A LA REFLEXIÓN


Antes de que me salten a la yugular, aclaro que la intención de esta nota no es hacer leña del árbol caído ni mucho menos regodearme (más allá de que hay hinchas excesivamente rompepelotas que se lo merecerían después de cómo se regodearon el domingo pasado, una de las cosas que aprendí a lo largo de casi 27 años de vida es que no hay que hacer a los demás lo que no le gusta que le hagan a uno, y que no está bien burlarse de la desgracia ajena, porque al que escupe para arriba después le cae en la cara, además las broncas del domingo pasado ya pasaron) sino hacer un llamado a la reflexión y una crítica constructiva, con respeto, sin insultos ni ofensas. Sólo para pensar.

Ante todo, a pesar de no ser hincha de Argentina, hay que reconocer el esfuerzo que hizo por sacar adelante el partido y pasar a la siguiente ronda, a veces se gana y a veces se pierde, esta vez les tocó perder, otra vez será. Pero a lo que quiero apuntar es a otra cosa: a que en lo que duró el campeonato para la selección argentina, muchos hinchas (no todos, ya que hay muchos otros que han sido realistas y se han limitado a alentar y a tenerle fe a su selección sin creerse nada ni adelantarse a los acontecimientos, esperando al resultado del partido) se han creído superiores a todo el mundo y se han proclamado campeones antes de jugar.

La eliminación de hoy debería servirles a esos hinchas equivocados, para entender dos cosas: la primera, que no existe el equipo invencible, y la segunda, que nadie es campeón hasta no haber terminado el campeonato. Podría agregar una tercera: que ser el mejor no es sólo ganar, también es aceptar las derrotas con dignidad. Todos esos que ningunearon y humillaron el domingo pasado a México (por lo menos México metió el de la honra...) o que ayer festejaron la eliminación de Brasil, hoy saltan de rabia cuando gente de alguno de esos países o de algún otro, les hace lo mismo. Como dije antes, "no hagas a los demás lo que no te gusta que te hagan a vos"... o sea, los argentinos pueden burlarse, basurear y ningunear a otros países, pero los otros no pueden decir ni mú. Ojo, no defiendo ni a unos ni a otros, es más creo firmemente que nadie debería burlarse de nadie y que todos deberían limitarse a festejar los triunfos de sus equipos sin provocar a los demás.

¿A dónde quiero ir con todo esto? A que hay que poner los pies en la tierra. Es hermoso alentar al equipo, es admirable la actitud de bancarlo a muerte aunque gane o aunque pierda, lo que no está bien es fanfarronear con las victorias y ser mal perdedor. Lo que no está bien es hablar de más y creerse campeón antes de los resultados, porque después viene otro equipo más fuerte, que en este caso fue Alemania, y les da una paliza, los deja en ridículo y los baja a la realidad de un golpe. La realidad es que, como dije antes, nadie es campeón hasta no haber terminado el campeonato y que los partidos hay que jugarlos y ganarlos primero. Y no lo digo por no ser hincha de Argentina; yo con las dos selecciones por las que hincho siempre fui realista y acepté la posibilidad de perder: yo con México, aunque le tuve una fe terrible, era consciente de que iba a ser difícil, y con España lo mismo: nunca subestimé a nadie ("no hay enemigo pequeño" dice el dicho) y en todas las instancias preferí esperar al resultado.

Además por actitudes así es que la Argentina y los argentinos quedan tan mal ante el mundo. Creo humilde y firmemente que si los argentinos no hubieran menospreciado a las demás selecciones, tal vez tendrían el apoyo de toda América, así como Maradona se preguntó "¿Uruguay? ¿Qué es Uruguay?" mejor tendría que haberse preguntado "¿Qué es la humildad?" pero creo que esa palabra le queda muy grande.

Conclusión: hay que aprender a ser más humildes y a no abrir la boca antes de tiempo, a festejar las victorias propias y no las derrotas ajenas, a no creerse los muy muy cuando se triunfa y a perder con dignidad. Y sobre todo, a respetarnos entre todos, argentinos, mexicanos, brasileños, españoles o de donde seamos. Esto es sólo un juego y nada más, ya es suficiente con las guerras y demás problemas que crean discordia entre países, ¿vamos a hacer que el fútbol sea otra razón más de discordia? Un poco de cordura, por favor...

jueves, 1 de julio de 2010

¿Revisión ginecológica o tortura?

No es que quiera hacer una apología a la no revisión médica anual a la que las mujeres deberíamos someternos, pero sirva este relato para ilustrar a aquellos que no tienen idea de lo que se trata y de experiencia para las futuras revisadas. Aunque será por boca de ganso ya que, a pesar de mi edad, jamás fui a una consulta pero de conocidas que sí fueron, realmente tuve que escuchar cada cosa...

Seguramente muchas de ustedes saben de lo que voy a hablar y quizás algunas incluso piensen que una revisión ginecológica completa no es para tanto y que soy una quejosa, y que me estoy quejando al pedo ya que nunca me hice ese chequeo. Bueno, a lo mejor, cuando ya pariste 3 veces o tenés 60 años y llevas 40 yendo al ginecólogo te resulte de lo más normal, pero cuando recién empezás la cosa no es tan natural como te pretenden hacer creer. Ok, las revisiones hay que hacérselas, de arriba a abajo y sin rechistar, bla bla bla, pero natural, cero.

En primer lugar la posición. Si hablamos de la citología estamos hablando de desnudarse de cintura para abajo, sentarse en una camilla con medio culo para afuera y ambos tobillos apoyados en sendos estribos. Una postura muy cómoda en el kamasutra, pero que fuera de ese contexto resulta cuanto menos patética.

Una vez que adoptaste esa posición empezás a contarle tus intimidades sexuales al ginecólogo de turno mientras él se afana con tu vagina. Primero te obsculta con los dedos, después con una especie de cable con una microcámara inspecciona el interior de tu intimidad (que vos también podés ver en la pantalla instalada a tal efecto), y para terminar te mete una jeringuita del tamaño de una banana gigante y extrae una muestra de flujo. La extracción en principio no debería durar más de diez segundos, pero a veces una se pone nerviosa con esa especie de ventosa que parece que te va a chupar hasta los intestinos y hay que empezar de vuelta.

Si no hay que volver a empezar, fenómeno, porque te vestís otra vez (un alivio), contestas a un par de preguntas más sobre tu intimidad sexual y te vas con el turno para la mamografía anotada en la Cartilla. Como una nena buena.

Y como una nena buena vas un par de semanas después al centro médico a hacerte la mamografía, algo de lo que oíste hablar muchas veces, incluso te imaginás, pero jamás te han hecho. Y mientras esperás junto al resto de mujeres de la sala, pensás "no me va a doler, no me va a doler, no me va a doler" y lo repetís unas 396725406736 veces hasta que te llaman.

Una enfermera que te dobla la edad te señala una puerta y te indica que te desnudes de cintura para arriba en ese cuarto, que enseguida estará con vos. Entrás en la misteriosa sala y entonces te encontrás con LA MÁQUINA. La máquina de tortura más perfectamente camuflada.

Estoy segura de que algún gracioso rescató esta máquina de algún museo de los horrores de la Edad Media y el que diga lo contrario es que jamás la ha tenido enfrente y mucho menos se ha sometido a ella, si de sólo verla da esa impresión. Porque si, señoras y señores, la mamografía es una tortura. No entiendo cómo no se inventó ya otro aparato para hacer radiografías de mama que no sea ese rudimentario potro de dolor. ¡Por favor, estamos en el siglo XXI! Cómo puede haber perros robot que hablan y chip espías para pinchar teléfonos y no exista un aparato que radiografíe la mama sin tener que someterla a tal pesadilla.

Algunas al someterse a ella, casi pierden el conocimiento y les baja la tensión hasta niveles que nunca antes, y encima la enfermera, les dice que no es para tanto y que dejen de quejarse porque sino van a tardar el doble. Así que una tiene que soportar que la metan todo tipo de cosas por la vagina, que le hagan preguntas estúpidas sobre intimidades que no sabe ni su novio/marido/amante/chongo/amiguito/noséquésomos y que la aplasten los pechos hasta casi ponerlos del revés, y encima no puede decir ni mú porque se tarda el doble.

Sinceramente chicas, sé que las revisiones son importantes, aunque paradójicamente jamás me hice una a pesar de tener 26 años, y si tenemos en cuenta que no creo que tenga hijos (se necesita con quién, viteh?) y que tengo menos vida sexual que una monja de clausura, jajaja, la voy a seguir pateando indefinidamente, creo que ya de por sí con la tensión que te produce el saber que tenés que ir ya te sale lo que no tenés, además de algo nos tenemos que morir ¿no? Por otro lado es gracioso, porque podés estar incubando cualquier tipo de cáncer en cualquier parte de tu cuerpo y no enterarte hasta que es demasiado tarde salvo de tus partes íntimas de las que llevas un rigurosísimo control, jajaja.

El tema es que las animo a que en vuestra próxima revisión se quejen todo lo que puedan y más, porque es la única forma de sobrellevar el maldito san benito que nos cayó, y encima soportar que algún boludo siga pensando que somos el sexo débil. Dejate de joder!