sábado, 8 de diciembre de 2007

El arbolito


Año con año... Para mí el armado del arbolito es casi una ceremonia.

Ponerme ropa de fajina, poner el CD Abriendo puertas de Gloria Estefan (con temas alusivos a Navidad y Año Nuevo) para poner la casa en ambiente, sacar el árbol, las luces, los adornos... y manos a la obra!!!

Eso acostumbro hacerlo a la mañana, cerca de las 11 o 12. Y esta vez no fue la excepción. Hubo relevo de adornos, adornos nuevos que entraron y adornos viejos y gastados que fueron a parar al tacho de la basura.

En fin, otro año más. Mi viejo decía que parecía que hiciera una semana que habíamos desarmado el árbol de la Navidad pasada (y es cierto... increíble cómo voló este año).

Pasando a otro tema, pareciera que en esta casa no tengo derecho a estar sana. Me está agarrando una puta recaída del pinche resfrío que me aquejaba desde el domingo y me estoy tapando de flemas. Todo porque al necio de mi viejo le da por poner el aire acondicionado apenas hace un poquito de calor. Al menor descuido, ¡zas! prende la mierda esa. Se ve que le importa más calmar su propio calor que la salud de su hija que al paso que vamos, va a terminar en el hospital con neumonía. Maldigo la hora en que pusimos ese puto aparato.

Con un padre así, quién necesita enemigos ¬¬

1 comentario:

Euge! dijo...

q lindo arbol...

en casa no tenemos...

nadie le gusta armarlo!