La sección nuestra de cada lunes, sobre las telenovelas. Hoy voy a hablar de una telenovela juvenil, de hace diez años, que seguramente muchos recuerdan: Preciosa.
En esta novela, Irán Castillo interpretaba a Preciosa, una jovencita de 18 años que se crió en un circo, ya que su madre fue trapecista y su padre era payaso en dicho circo. A pesar de que su madre murió tras romperse un trapecio, Preciosa sueña con ser trapecista, pero hay un problema que se lo impide: posee una renguera congénita.
Durante toda su vida, Preciosa ahorró dinero para poder operarse la cadera y caminar normalmente. Un día, conoce a Luis Fernando Santander. Él es joven, es médico y está de novio con una joven fría y calculadora, llamada Valeria.
Luis Fernando se enamora de Preciosa y por esa razón deja a Valeria. En ese interín, Luis Fernando opera a Preciosa pero la operación no sale bien, y Valeria aprovecha esa decepción y logra tener una noche de amor con él. Valeria queda embarazada, por lo que Luis Fernando debe casarse con ella. Álvaro, un médico amigo de Luis Fernando y hermanastro de Valeria, es quien se encarga de operar nuevamente a Preciosa, y esta vez la operación sale bien. Álvaro se enamora de Preciosa y ésta lo acepta, aclarándole a Álvaro cuáles son sus sentimientos.
Las cosas se agravan cuando Álvaro descubre que tiene dos tumores inoperables en el cerebro. Preciosa decide casarse con Álvaro para hacerlo feliz en el tiempo que le quede de vida.
Preciosa entra a trabajar como enfermera en la casa de Leonel, un joven ciego que vive amargado desde que su ex novia, Rosalba, lo dejó por otro hombre. Desde que conoce a Preciosa, Leonel vuelve a sonreír y la presencia de la jovencita le devuelve las ganas de vivir, y vuelve a creer en el amor. Incluso lo incentiva a luchar para recuperar la vista.
Fue una hermosa historia, muy conmovedora. Fue realizada en 1998 por Televisa, protagonizada por Irán Castillo y Mauricio Islas. En Argentina la transmitió Canal 9, quien en medio de la historia pasó a ser Azul Televisión, entre 1998 y 1999.
Esta es la apertura de la novela:
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