sábado, 5 de julio de 2008

La única Eva entre tantos Adanes

A veces es todo un tema ser la única mujer en un grupo.

La cuestión radica en hasta qué punto es lindo es estar rodeada de hombres, y hasta qué punto una se puede sentir tranquila siendo la única mujer entre tantos hombres sin temor a que te agarren entre todos y te violen, o bien a terminar colapsada entre tanto exceso de testosterona o ahogada por el olor a bolas (no se enojen chicos, va en joda... y con onda xD).

Cuando entré a mi primer Dojo de Karate, eran absolutamente todos hombres, razón por la cual estuve a punto de salir corriendo. Pero no me fue difícil entrar en confianza y darme cuenta de que no era tan grave ser la única mujer. En donde estoy ahora la situación es similar, ya que las pocas alumnas que hay no van casi nunca a practicar y yo sigo firme, sin abandonar, lo cual ahora me está haciendo ser la única, salvo cuando está una profesora. Igual ya estoy acostumbrada a tal cosa.

En la facultad no era la única mujer ya que chicas había, pero éramos minoría. Cuando empecé la carrera de Diseño Web fue que empecé a tener contacto con gente del sexo masculino, ya que tengamos en cuenta que desde preescolar hasta quinto año fui a colegio de mujeres. Durante mi infancia y adolescencia fui muy retiscente a ir a un colegio mixto. Me era muy difícil llevarme con los varones a esa edad y no quería lidiar con las inmadureces propias del sexo masculino en la etapa infantojuvenil. Ya había tenido una mala experiencia en una colonia de vacaciones a mis 9 años, un grupo de pendejos que no me dejaban tranquila ni un segundo. Ni en pedo quería pasar otra vez por eso (la más poderosa razón por la que al verano siguiente me rehusé rotundamente a ir a la colonia).

En Teatro la cosa se revirtió. Éramos demasiadas mujeres y muy pocos hombres, apenas unos dos o tres. Habrá que preguntarles a ellos qué se siente estar rodeados de tanta fémina xD

Cuando me pongo a charlar con amigos varones y no hay chicas en la charla, a veces la charla se torna subida de tono y los chochamus en cuestión empiezan a hacer preguntas indiscretas (ya se imaginarán a qué me refiero). Lo cual no me jode si se trata de amigos con quienes tengo el suficiente grado de confianza para hablar de eso sin tapujos. Aunque con algunos, cuando la conversación se pone "quenchi", se me da por pensar que tendría que haberme puesto calzones de lata xD

Ahora me pregunto si los hombres sentirán lo mismo en una situación parecida siendo los "benditos entre todas las mujeres" ñ_ñ

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