miércoles, 20 de agosto de 2008

Y mientras tanto pasa la vida entre lloviznas y días de sol...

El sábado me fui a Olivos con los viejos como suelo hacer sábado por medio... aunque esta vuelta fueron tres sábados seguidos los que fui.

Después de que vimos a mi abuela y a mi tía abuela, nos llama el colgado de mi tío Guchi para invitarnos a un asado en la casa (la cual yo no conocía aún puesto que la vez anterior que nos invitó pegué el faltazo porque era domingo a la noche y además todavía estaba con bronca por no haber sido invitada a la comunión de mi primita Agustina).

Me enteré de que tendré un nuevo primito a fin de año. Mi tía Fernanda está de 6 meses y lo más insólito de todo es que todos nos hemos enterado tarde, incluso los familiares más cercanos se han enterado hace poco. Parece que el nuevo futuro miembro de la familia se va a llamar Bautista. Hermosa noticia después de tanta mierda que me tocó vivir en estas últimas semanas.

Me llevé la sorpresa de que Rodrigo, el hermano de mi tía Fernanda, es hincha del Barça. Estábamos él y yo contentos por haberle ganado a Boca... pese a que yo soy simpatizante del equipo azul y oro. Pero el blaugrana puede más!!!

Conocí la casa, vi a mis primitos que por cierto están enormes. Agustina tiene 10 años y Tommy ya tiene 6, en octubre cumple los 7. Están los dos hermosos, me dan ganas de abrazarlos... Agustina es re charlatana, dicharachera... Tommy es más calladito pero igual es un tesoro.

La casa parece un zoológico de tantos animales que tienen. Bueno, no tantos... un loro, una coneja, una perra. Yo, al loro y a la perra, lejos... pero la coneja me pareció divina. Si tuviera más tiempo y más lugar, tendría un conejo. Siempre me parecieron lindos bichos xD

Además de nosotros, estuvieron como ya dije Rodrigo, estuvo también Dolly, la mamá de Fernanda y Rodrigo, y también la abuela de ellos (de quien no recuerdo el nombre de pila pero familiarmente la llaman "la mamina").

Qué lindo fue estar ahí charlando, conocer la casa, compartir con esa parte de la familia a la que no veo casi nunca durante el año, abrazar a mis primitos, verlos jugar. Hacía tiempo que no me sentía tan bien en una reunión familiar.

Hay pocas cosas en la vida que me hacen olvidar lo que pasa afuera.

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