miércoles, 13 de febrero de 2008

¿Te acordás? (Hoy: Pizza Hut)

Miércoles, promedio de semana y día de la sección de los recuerdos... hoy es el turno de una conocida cadena de pizzerías cuyo mejor momento fue a mediados de los '90s: Pizza Hut.



La franquicia pertenecía a Pepsi Cola y venía de Estados Unidos. Por principios de los '90s se había instalado en la Argentina, con unos 20 locales.

Los locales de Pizza Hut atendían como restaurantes de comidas rápidas, pero que vendían pizzas. Lo que muchos, hablando en criollo, dirían "una especie de McDonald's que vende pizzas".

A pesar de todo, la franquicia no generó ganancias y por eso el Exxel Group, que tenía la licencia de Pizza Hut en la Argentina, decidió venderla y al no encontrar compradores, transfirió 17 de los 20 locales, junto con unos 500 empleados, a Romanaccio, cadena de restaurantes de capitales nacionales, y cerró los 3 locales restantes.

El Exxel no informó el precio de la operación, pero una fuente bancaria comentó que en este tipo de ventas, donde se transfiere el personal y locales que eran alquilados, generalmente no hay dinero de por medio.

Con este pase, Pizza Hut desapareció de la Argentina en lo que fue una seguidilla de fracasos de las cadenas de pizzerías de Estados Unidos que intentaron aterrizar en este mercado. Lo mismo le pasó a Domino's, que reina en su natal Nueva York y que aquí no logró captar siquiera a la clientela de San Isidro.

A Pizza Hut tampoco le fue bien en Brasil. Un año antes que en Argentina, se batió en retirada de los 30 locales que tenía en Río de Janeiro, y en éste bajó la persiana de los otros 20 que contabilizaba en San Pablo.

Sus competidores lo atribuyen al gusto de la pizza, demasiado suave para el paladar latino. Pizza Hut apuntaba, además, a un segmento alto: su precio duplicaba al de otras cadenas.

Juan Navarro, el presidente del Exxel, había comprado por un plazo de 10 años la licencia de Pizza Hut en el 95. La cadena había llegado antes a la Argentina de la mano de Roberto Mestre, cubano de nacimiento e hijo de Goar, célebre referente en la historia de la tevé. Mestre fue socio de Navarro en el emprendimiento hasta la semana pasada, cuando el Exxel adquirió su parte para acelerar el traspaso a Romanaccio.

Fue un proceso que marchó en paralelo con la cancelación de las deudas de Pizza Hut en el sistema bancario que nadie quiso informar a cuánto ascendían.

Entonces hacía ya un año y medio que Navarro había decidido vender Pizza Hut: No es lo mismo pasar una hora pensando en los supermercados Norte, que facturan 1.300 millones al año, que en Pizza Hut, que mueve 10 millones. "Es un negocio que quedó chico para nosotros", repetía ante sus ejecutivos.

Pero cerca de Mestre le reprochan que la pizzería era la empresa olvidada del grupo. Y que cuando se discutió una nueva inyección de capitales para multiplicar la cantidad de locales (20 locales en Buenos Aires no son nada) en el búnker de Navarro se hicieron los distraídos. Este es un negocio para el que se necesita tiempo. No hay que olvidarse que McDonalds tardó 10 años en la Argentina en dar ganancias. "Lo que ocurre es que el Exxel, que es una compañía de inversión, está muy presionado por sus accionistas para obtener ganancias rápidas", señalaron.

La dueña de Pizza Hut en el mundo es el grupo Tricon, llamado así por sus tres íconos, la pizzería, la cadena de comida mexicana Taco Bell y Kentucky Fried Chicken.

Detrás de Tricon está la Pepsi Cola. Ellos se encargaron de controlar especialmente que no quede ningún rasgo de Pizza Hut, ni en los carteles ni en la decoración de los locales, cuando ya quedaron en manos de Romanaccio.

Pero surgieron más inconvenientes: Igales S.A. y Romanaccio firmaron una carta de intención para sellar el acuerdo. Romanaccio entrenó al personal que era de Pizza Hut y entregó, de manera confidencial, a sus futuros franquiciados el manual de operaciones de la cadena, con las claves del know-how del negocio. A los pocos días, luego de haber repactado con los dueños de los locales, las sucursales de Martínez y Acassusso, en la zona norte del Gran Buenos Aires, reabrieron con el cartel de Romanaccio, aún sin tener el acuerdo final de franquicia, "para no perder el teléfono caliente", según dijo el empresario Mariano Rodríguez Alcobendas.

Trabajaron 10 días tras lo cual cambiaron la marquesina por la marca Il Postino. Asimismo, Igales reabrió los locales de Pizza Hut en Villa Crespo, Barrio Norte y Lomas de San Isidro sin ningún cartel identificatorio, pero vendían los productos Romanaccio. Alcobendas aclaró que buscaron su marca propia y que la carta de intención con Romanaccio no tenía la fuerza de un contrato de franquicia, ya que no se pusieron de acuerdo con los términos finales.

La relación con Romanaccio no terminó mal ni en juicio, pero con algunas diferencias. De ahí en adelante, todas las otras sucursales de Pizza Hut, excepto cuatro, reabrieron como Il Postino. Dos de ellas, ubicadas en Caballito, quedaron para un franquiciado de Romanaccio de la zona y las otras dos cerraron.

Yo personalmente fui sólo una vez a Pizza Hut, aprovechando un descuento que se me realizaba en aquel tiempo por ser socia de Magic, el club de los chicos de CableVisión. No era tan malo el sabor de la pizza como se quiso hacer notar cuando se cerró la cadena.

El caso es que Pizza Hut desapareció, al igual que otras cadenas de las que hablaré en otra ocasión. ¿Resistencia argentina al imperialismo yanqui?


1 comentario:

Chama dijo...

no, yo no me resistia!! es mas, quiero que vuelvan, todavia recuerdo (y tenia como muchisimo 5 años) el local sobre av. cabildo, con piso de alfombra, y esas pizzas... ahhhhhhh que ricooo, pero bueno, como banchero no hay, y eso no se puede negar