jueves, 12 de julio de 2007

Nada es para siempre

Todo se acabó.

El Sensei me echó del Dojo.

Argumentó que no hay decisiones en caliente y que se debe mantener la palabra.

Justo ahora que había decidido dar otra oportunidad y continuar...

Y algo que ver tiene algo que en su momento escribí en este mismo blog, algo de lo cual me arrepiento y que ya no tiene ningún sentido borrar, total nada voy a arreglar con eso.

Quizás hasta acá haya llegado en lo que se refiere a Karate. No sé si podré continuar en otro lado. Me será duro acostumbrarme a otra forma de entrenar, a otro sensei, a otro grupo. Así como siempre estaré pensando en lo que, por impulsiva, perdí. Acá tenía mi lugar. Era "la tigresa". La tigresa era. Y en otro lado, ¿qué voy a ser?

Puede que la esté embarrando más al escribir esto acá... pero necesito desahogarme y en estos momentos, siendo casi las 2 de la mañana, no tengo a nadie con quién hablar ni tampoco tengo palabras para describir cómo me siento.

Hoy más que nunca pienso en mi mejor amigo, Miguel... o Mickey, como yo lo conocí. El pobre tiene una enfermedad terrible. Y al mismo tiempo muchas ganas de vivir. Me pregunto por qué mierda la vida le hace eso a alguien como él, mientras que a otros nos tiene acá sufriendo. Hoy más que nunca, cambiaría mi vida por la de Mickey.

Primero la tortura en el terreno amoroso que parece no tener fin. Después lo de Mickey. Y ahora esto. No sé por cuánto tiempo más aguante esta maldita racha, lo único que puedo sentir es solo un nudo en la garganta que me oprime, una angustia que no puedo canalizar. Hoy, 12 de julio del 2007, estoy frente a la computadora escribiendo mi sentir, que sinceramente no se lo deseo ni a mi peor enemigo. Si el destino, karma o lo que sea se quería vengar de mí, se ha vengado con ganas. Mi vida es un absoluto desastre y sin miras de posible solución.

1 comentario:

Julián Torrado dijo...

No se me ocurren palabras para poner. Simplemente digo que son esas putas cosas que no tienen explicación y cuando te querés dar cuenta estas en pelotas en la vida sin saber para donde salir corriendo.
Pero por lo que parece vos sos una tigresa que lucha. Con sus momentos de debilidad y todo, seguramente sepas como encontrar el camino que ahora parece no ser muy claro.
Pese a no conocerte y a que hablamos pocas veces, noto en vos una sensibilidad distinta al comun de las gentes. La misma que te permite disfrutar pequeñas cosas y sufrir tantas otras. Seguramente sea esa misma que te lleve a seguir adelante, peleando como una tigreza.
Sin más me retiro, ofreciendo mi apoyo incondicional y desinteresado para cuando lo necesites y/o tengas ganas.


Besos y abrazos calurosos en este invierno de mierda.