domingo, 21 de octubre de 2007

Qué lejos quedaron aquellos tiempos...

Ayer yo caminaba hacia la Parroquia (yo formo parte del coro que canta en las misas de los sábados por la tarde) y en el camino me encontré a una vieja conocida. Ella concurría, hace varios años, con su hija que entonces tenía 10 años, a esa misma parroquia. Hacía 5 años que habían dejado de ir y les había perdido totalmente el rastro.

Bueno pues, al grano: estuvimos un ratito conversando y ella me ha contado que su hija, que hoy tiene 17 años, es rebelde, es violenta, le pega (incluso me ha mostrado marcas de golpes que tiene en los brazos), la maltrata, le dice que la odia y que no ve la hora de cumplir la mayoría de edad para irse a la mierda, que anda en malas compañías, y que hasta llegó a amenazar con un cuchillo a la abuela.

Yo me quedé dura al saber esto, pues al no haberla visto en todos estos años yo me había quedado con la imagen de la niña dulce que yo había conocido, que reía, que era agradable, buena, cariñosa; que incluso conmigo tenía una conexión especial, para mí era como la hermanita menor que me hubiera gustado tener. Hasta que por cosas de la vida dejamos de vernos.

Yo sigo sin poderlo creer. ¿La misma que hace 5 años me recibía y despedía con un abrazo cuando nos veíamos en la Parroquia es la misma que ahora es violenta con su madre?

La madre me preguntó si quería ir a ver a la chica. Le dije que no... por un lado me gustaría, pero por otro me da miedo porque si es violenta con su propia familia, quién sabe qué podría tratar de hacerme a mí (yo sé defenderme pero no me gustaría tener que aplicar mis conocimientos marciales con ella). Además de que seguramente ni se acuerda de mí.

Qué lejos quedaron aquellos buenos tiempos. Pensar que la vi como un angelito el día que hizo la comunión y ahora está convertida en un demonio.

Encima hoy es el Día de la madre y se me parte el corazón de pensar en lo mal que la está pasando esta mujer con una hija violenta que la odia... la madre está desesperada, no sabe qué hacer, me ha llegado a decir que si las cosas siguen así, la meterá en un instituto de menores porque así no puede seguir. A mí la verdad me da lástima.

Quisiera ayudarla... pero no sé cómo. Y si intento hacer algo para amansar a la chica, puedo salir mal parada en el intento :(

1 comentario:

(Damian!?) dijo...

es in creible a veces ver como evoluciona el ser, y ver que no siempre las cosas salen como uno espera, o como al menos uno alguna vez penso... es triste a sue vez ver que los jovenes se pierdan en ese mudnov iolento, que al fin y al cabo solo los aleja mas y mas, a despecho de lo que le digan sus amistades... sabran realmente que estan minando su propio camino? que dificil es la tarea de ayudar a un joven...

beso tigresa!

PD: veni a la fiesta el viernes... es una orden.