jueves, 13 de marzo de 2008

Terminó la pesadilla

Ayer tuve que ir al juzgado al mediodía, de ahí me mandaron a la comisaría y me devolvieron mis cosas, aunque en carácter de depositario judicial, o sea, que si bien puedo tener el celular y el mp3, usarlos y todo, no puedo cambiarlos ni venderlos ni nada de eso, de lo que de todas maneras no tengo ni perra intención. Tengo que presentar ante el juzgado documentación que acredite que el celular y el mp3 son míos (¿esto es joda?) para que la restitución sea en carácter definitivo. Del celular es fácil, voy a la central de CTI y pido que me den algún documento que me acredite como titular de la línea, pero del mp3, si mis viejos no guardaron la factura de compra (de lo que NPI, porque me lo compraron hace un año y medio) va a estar jodido presentar esa documentación. En Garbarino no creo que guarden facturas de hace tanto tiempo...

Y bue, vamos a ver qué coño hacemos con eso. Lo importante es que ya tengo mis cosas de nuevo. El mp3 de última no era tan necesario pero el celular sí me hace falta.

Me siento bastante tranquila dentro de todo. Ahora lo único que tuve que modificar es la forma de llevar por la calle el mp3 y el celular... adentro de la cartera o escondidos abajo de la ropa (aunque se pueda ver que tengo algo escondido ahí -porque a veces se nota cierta "deformidad", jeje-, me tendrían que meter la mano abajo de la ropa para sacármelo y ahí sería más difícil que me afanen porque eso sí me daría tiempo de meterle un patadón al chorro y salir corriendo).

El pendejo que me afanó fue a parar a un instituto de menores porque ningún familiar lo reclamó. Ojalá que ahí se quede, porque si lo sueltan, seguro que va a volver a robar.

El caso es que ya pasaron las angustias y los nervios. Espero que no me vuelva a pasar nunca más, porque algo así no se lo deseo ni a mi peor enemigo.

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