lunes, 31 de marzo de 2008

Noveleando (Hoy: ESPECIAL - Los mitos del sexo en las telenovelas)

Arrancamos la semana con la sección novelera. Pero hoy, no hablaré de una telenovela en específico sino de un tema que se da en las telenovelas en general: Los mitos del sexo.

En realidad no voy a hablar yo, sino que pondré un artículo que encontré en Univisión:

Ni píldoras, ni condones y menos el Sida
Los mitos del sexo en las telenovelas

Nadie conoce al ginecólogo ni la menstruación

1. Los anticonceptivos. En pleno tercer milenio las protagonistas siguen embarazándose accidental e irresponsablemente. Los condones se mencionan de vez en cuando en historias "didácticas", pero la novela tradicional goza de heroínas fértiles e ignorantes como la Nora (Yadhira Carrillo) y Paulina (Alessandra Rossaldo), de Amarte es Mi Pecado, y Mariana de la Noche (Alejandra Barros), que jamás han oído hablar de la píldora o de un diafragma.

2. Las enfermedades venéreas. Un gran logro de las telenovelas ha sido incluir al Sida en sus tramas, pero el énfasis en el flagelo del siglo parece haber desvanecido otros males de amor tales como la sífilis, la gonorrea o la clamidia. Incluso las simples y tremendamente comunes infecciones vaginales o urinarias son inconcebibles aun para mujeres promiscuas como Cristal (Maritza Rodríguez), de Ángel Rebelde.

3. La otra cara del embarazo. Aunque las heroínas son muy propensas a escribirle a la cigüeña, sus embarazos y post partos poco tienen en común con la vida real. Protagonistas y villanas dan a luz sin engordar ni una libra, sin que una estría arruine sus cuerpos perfectos e incluso están dispuestas a reanudar su vida sexual apenas salidas del hospital.

4. Visitas al ginecólogo. Todas sabemos que como mujeres conscientes y responsables, debemos visitar al ginecólogo a menudo, pero estos profesionales no existen en las vidas de las mujeres tevenoveleras. Ni las promiscuas como la Tía Piedad (Maya Mishalska), de Mujer de Madera, se checan con un médico. Al ginecólogo solo van a enterarse de que esperan hijos. En Las Vías del Amor, Daniela Romo se mandó un tremendo discurso sobre la importancia del Papanicolaou y arrastró a su hija a hacerse un exámen ginecológico... ¡sólo para descubrir que la nena estaba embarazada!

5. Menstruación. Es increíble que algo tan natural para las mujeres esté ausente de ese universo femenino que son las telenovelas. Las protagonistas ignoran lo que es un cólico menstrual, una mancha indiscreta en el vestido y, aparte novelas didácticas como Así son Ellas, la diferencia entre tampones y toallas sanitarias. En los culebrones, la única vez que se menciona la regla es cuando desaparece indicando que alguien va a ser mamá.

6. Sexo imperfecto. En las telenovelas, las heroínas solamente conocen el lado sublime de la sexualidad. Sus romances están tan plagados de obstáculos que los escasos encuentros sexuales de los protagonistas deben ser gloriosos, terminar siempre en orgasmos y no ser afeados por detalles escabrosos como eyaculación precoz, falta de lubricación o ni siquiera el archiconocido dolor de cabeza. Las protagonistas están siempre puestísimas para responderle a los héroes a la hora y en el lugar que sea.

7. Masturbación. Puesto que, en general, las heroínas son vírgenes inocentes, nadie pretende insultarlas insinuando que alguna vez tendrán una fantasía sexual que las obligue a consolarse por si solas. Y como el héroe tiene a villana, antagónica y protagonista para atender sus necesidades sexuales tampoco tiene que recurrir a ayuda "manual". El universo sexual de la telenovela no permite más fantasía que la que crean sus tramas y la masturbación es desconocida tanto por buenos como por malos. Una persona como la Casilda (Tiaré Scanda), de Amarte es mi Pecado, que vivía atiborrándose de videos pornográficos es una aberración.

8. Aborto. Villanas y heroínas conservan sus hijos, aunque razón, circunstancia y salud aconseja interrumpir sus embarazos. Las malas utilizan a sus nenes no deseados para manipular al protagonista. Sólo malvadas muy indignas como Eugenia Cauduro, en Alguna Vez Tenemos Alas, o Karla Alvarez, en La Mentira, abortan. Si el embarazo viene mal o es necesario terminarlo para beneficio de la trama, se las arreglan para que el personaje sufra conveniente pérdida. El caso de Andrea (Erika García), de Mujer de Madera, que aborta el producto de una violación es un caso aislado y sin precedentes.

9. Variedad erótica. En los noventa, las telenovelas se volvieron medianamente gráficas para retratar las relaciones sexuales de sus personajes. Las parejas eran mostradas juntas en el lecho y las caricias se volvieron más descriptivas y los gemidos más agudos. Ahora ya no tienen empacho en mostrarlos desnudos de espalda y perfil, con nubecita en las partes nobles. La postura preferida sigue siendo la misionera, aunque las mujeres arriba están alcanzando popularidad desde que Lucerito perdió su virginidad en esa posición, en Mi Destino eres Tú. Pero otras variaciones coitales o exotismos como sexo oral o anal siguen siendo estrictamente tabú.

10. Amor gay. Las telenovelas se sienten ultra-modernas por incluir personajes homosexuales en sus historias, aunque muchos de estos no pasen de ser meros estereotipos. Sin embargo, el puritanismo se hace presente de manera sutil. Nunca las parejas gay se ven abrazándose, acariciándose o besuqueándose en la cama.

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