jueves, 11 de septiembre de 2008

Capítulo 16: Mucha muchacha

Para la época en la que Giancarlo se había vuelto a su país, yo estaba dando vueltas por Internet y encontré la página del programa Grandiosas. Dejé allí mis datos para participar de la tribuna y no esperaba que me fuesen a llamar tan pronto! Los datos los había dejado un domingo, el lunes fue feriado y el martes ya me llamaron. Así que el miércoles de esa misma semana ya era una más de las 101 mujeres que conformaban la tribuna de Grandiosas.


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Así comenzó mi participación que luego se hizo diaria. Hasta que Walter, uno de los chicos de producción, me pidió que no siguiera yendo diariamente, supuestamente porque el sindicato de extras había tirado la bronca pensando que había gente paga porque siempre éramos las mismas. Claro está que yo no le creí ya que a la única a la que le dijeron eso fue a mí cuando había otras que también iban todos los días y nadie les decía nada, y no pude evitar tomarlo como algo personal ya que tampoco nos llevábamos bien. Así que hice caso omiso y volví a ir, hasta que un día Walter no me permitió la entrada. El gorila ese que tenían en la puerta como guardia de seguridad me trató como el orto, no podía creer lo que estaba pasando. Estuve un rato vagando por Plaza Constitución hasta que se hizo la hora del final del programa y esperé en la puerta a Fanny Mandelbaum (con quien tenía una muy buena relación) y la puse al tanto de lo que estaba pasando. Por su parte mi padre envió una carta documento a la producción quejándose de las actitudes hostiles de las cuales yo había sido víctima.

Al día siguiente llamé por teléfono, me dijeron de ir al programa, y luego hablé con Fanny y con Walter y llegamos a un acuerdo: día por medio al programa y no discutir acerca de la ubicación. No me quedó más remedio que aceptarlo: era eso o nada (Dios, dónde acabará mi reputación de chica rebelde!!! xD)

El programa fue mi momento de desconexión de tanto stress entre la facultad y otros rollos, fue mi refugio durante el principio de mi depresión, además de que Fanny me había ayudado mucho, fue mi mejor consejera en aquel momento.


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Ese año de Grandiosas terminó en santa paz, con la promesa de reanudar el ciclo en el 2003. Fue una linda despedida en aquel diciembre.


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Empezó el año 2003, y en aquellos días de calor, Nilda que era una de las compañeras de tribuna, nos invitaba a su casa (que tenía pileta en el fondo) a mí y a un grupo de chicas de la tribuna, a pasar la tarde. La pasábamos muy bien charlando, refrescándonos en la pileta y burlando al calor agobiante de aquel verano.

Llegó el mes de febrero y el regreso de Grandiosas a la pantalla era inminente, por lo que estábamos todas con las antenas paradas esperando noticias acerca del inicio. Hubo una convocatoria para participar de la grabación de la apertura. Muchas de las que integrábamos la tribuna nos anotamos para participar y nos llamaron para ir a un ensayo de una coreografía que estaba a cargo de la conocida coreógrafa Ana Padilla. Pero nadie nos había dicho que ese ensayo era un casting eliminatorio del cual unas cuántas íbamos a quedar afuera. Cuando volví a casa después de dicho ensayo, me llamaron por teléfono para avisarme que había quedado fuera de la apertura. Otras que eran amigas mías también quedaron “eliminadas”. Pero eso no fue lo peor… yo reconozco que no soy una maravilla bailando, pero lo que más rabia dio es que QUEDARON VARIAS QUE SON MÁS TRONCAS QUE YO!!!

Aún hoy le guardo rencor a Ana Padilla por eso y si me la llego a cruzar en la calle, termina con un ojo morado.

Después quise anotarme para el primer programa pero me dijeron que ese día estarían sólo quienes participaron de la apertura. Pero… ¡oh sorpresa! A eso de las 9 de la mañana me llaman de producción diciéndome que me necesitan porque se les cayó una camioneta y tenían que cubrir los lugares vacíos de la tribuna. ¡Mundial! Así que me cambié y llegué temprano al estudio, aunque empapada hasta la cintura porque esa mañana llovían soretes de punta. Walter se compadeció de mí y me hizo entrar. Estuve un largo rato sentada cerca de la escalera que lleva a camarines, viendo ir y venir famosos. Más tarde empezaron a llegar mis compañeras de la tribuna.

El ciclo 2003 de Grandiosas arrancó con toda, y volví a estar en el segundo programa. Ya la producción no tenía problema en que yo asistiera diariamente, así que durante todo el 2003 fui al programa sin faltar ni un solo día.


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Ese año, en el estudio de Grandiosas (que había habilitado una tribuna masculina para los días miércoles) conocí a Gonzalo, sobrino nieto de Fanny. Habíamos simpatizado y de ahí habíamos empezado a hablar por msn.

Un día salimos, fuimos al cine del Abasto ver una película… y pasó algo totalmente inesperado, el pibe me transó durante la película. Yo estaba recontra estupefacta, aunque no me desagradaba para nada porque el chabón era atractivo. Cuando salimos del cine me planteó la posibilidad de que fuésemos “amigovios”. O sea más que amigos pero no novios ya que él decía seguir enamorado de su ex. De todas formas él no descartaba que llegásemos a ser novios. Yo no le dije que no, o sea acepté esa relación, pero al cabo de poco tiempo la cosa se puso fea. Él demostró sus verdaderas intenciones, que eran llevarme a la cama, cuando yo lo que en ese momento buscaba era otra cosa. Así que un día se lo dije así, con 2 cojones, y Gonzalo eligió irse a la mierda. La verdad, no lo sentí para nada. A Dios gracias que esto pasó en ese momento y no cuando ya estuviese hasta las manitas porque ahí no sé qué hubiera pasado.

En octubre ya empezaba a correrse la voz de que Grandiosas no seguiría en el 2004. Un día después de mi cumpleaños supe que ese rumor estaba confirmado: Grandiosas no seguía.

El 4 de diciembre, día en que grabamos el último programa, fue un día tristón, todas conmovidas, tristes. A Fanny la abracé como si no la volviese a ver nunca más… lo cual no fue así porque siempre que podía pasaba a saludarla al estudio donde tenía ella su programa de cable.

En aquel diciembre rendí los finales en la facultad y finalicé la carrera de Diseño Web, aunque finalmente colgué el título. 2003, año de varios cierres.

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