Fue recién en marzo del 2006, ya con 22 años, dándome cuenta de que tenía tiempo y podía, que me decidí a empezar. Me puse a buscar un buen Dojo para entrenar. Y di con Gymshow, un gimnasio de Villa Crespo, muy bueno, donde había clases de Karate los lunes, miércoles y viernes a las 21.30 hs. Sin dudarlo me anoté ahí y empecé a practicar. Por poco salgo corriendo ya que era la única mujer del grupo, pero finalmente me quedé. Simpaticé mucho con el grupo, me gustaba mucho entrenar y la pasaba muy bien. Ahí, el Sensei me había apodado “la Tigresa” (si, viene de ahí ese apodo) según él porque le recordaba a la Tigresa Acuña (aunque sinceramente no sé en qué me parezco a ella, jajajajaja). Al principio no me acostumbraba pero después me terminé encariñando con el apodo.
No sé si a todos los karatekas les pasa que la gente que conocen y que está fuera del mundo de las artes marciales, les pregunta si hacen cosas como romper tablas con la mano, si tiran patadas voladoras… quien lo mira por TV se cree que las artes marciales son como en las películas. Otra cosa que sucede es que cuando saben que uno hace algún arte marcial le empiezan a tener miedo. Che, soy karateka pero no psicópata, joder!
Rendí el primer examen en diciembre de ese año, y empecé el 2007 en la categoría de 9° Kyu (cinturón amarillo).
No me tomé vacaciones y continué entrenando ininterrumpidamente, era la única actividad que tenía en el verano. Tuve suerte de que la escuela de Teatro reorganizara los horarios, ya que con los del 2006 se me iba a dificultar mucho.
En julio del 2007, tras rendir el segundo examen me cambié de Dojo y me fui, ya siendo 8° Kyu (cinturón naranja) al Gimnasio Renacimiento, que queda por la zona de Recoleta (si, se volvió concheta la Tigresa, jajajaja), donde estuve entrenando durante 14 meses. Es otro grupo, otros Senseis, otra forma de entrenar, pero desde el primer momento me sentí muy conforme y bastante contenta. Además allí conocí a grandes amigos, como David y Giovanni (a quienes espero volver a ver).
Hace casi 3 meses rendí mi tercer examen (aunque el primero como alumna del Dojo Renacimiento), tengo actualmente la categoría de 7° Kyu (cinturón verde), y acabo de retornar a mi primer Dojo, el que me vio nacer como karateka, con el Sensei que “me crió desde potrilla”.
No sé hasta qué categoría llegue, pero pienso continuar con el Karate mientras el cuerpo y el alma resistan... y mientras pueda solventarlo, jejejeje xD
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