jueves, 19 de junio de 2008

Gente rompepelotas...

Ayer me dirigía a mi entrenamiento de Karate como cada miércoles (y lunes y viernes). Fui a la parada del 41 a la cual, al mismo tiempo, llegaba una señora con una adolescente y una nena. Ellas venían desde una esquina y yo desde la otra, así que yo quedé ubicada adelante de ella.

Pero ¿qué pasó? El 41 llegó. Yo subí, y la señora se quería subir antes. No llegué a escuchar bien qué dijo porque tenía puestos los auriculares, pero llego a escuchar "yo estaba primero, caradura!" No le contesté, pero la miré con cara de "Caradura las pelotas, no estabas primero, llegamos al mismo tiempo, vieja hija de puta!" ¿De qué mierda se queja? Llegamos al mismo tiempo, no estaba ella antes. De todas maneras va a subir, ¿cuál es el problema?

Me rompe soberanamente las pelotas este tipo de minas que de seguro se bancan que un negro villa les apoye el miembro, les toque una nacha, les pellizque una teta en el colectivo con la aglomeración de gente, pero arman quilombo cuando alguien se trata de subir antes que ellas y con todo derecho ya que, reitero, llegamos al mismo tiempo. Nadie estaba antes que nadie.

El viaje transcurrió en santa paz, pero la cosa no podía quedar así. Así que cuando tuve que bajarme me levanté de mi asiento, toqué el timbre, y cuando se abrieron las puertas miré al asiento donde estaba la escandalosa y le dediqué un precioso fuck you del cual seguramente resaltó la uña pintada de rojo rubí, y acto seguido me bajé del bondi.

Caradura yo... pero por qué no te vas a cagar frutillas al monte, tarada...

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